Durante la mañana del domingo 14 de septiembre, el presidente Gabriel Boric participó en el Te Deum Evangélico 2025 en la Iglesia Metodista Pentecostal de Chile, en Puente Alto. El evento reunió a ministras, ministros, subsecretarias, subsecretarios, candidatos presidenciales y pastores evangélicos, y es oficialmente el Servicio de Acción de Gracias Nacional Evangélico.
El evento ha sido parte integral de la cultura religiosa y civil del país y ofrece un espacio para la reflexión y la unidad. Este 2025, el Te Deum cumple cinco décadas, instaurado como un acercamiento del Gobierno al mundo evangélico, siguiendo un modelo similar al Te Deum Católico. En 1997 fue reconocido oficialmente como parte de las actividades de Fiestas Patrias del país.
Las ediciones anteriores se realizaron en Puente Alto (2022 y 2023) y en San Bernardo (2024). Este año, la presencia del presidente Boric marca un hito significativo en su administración, que llegó al poder en marzo de 2022. Su tiempo en el cargo ya se encuentra en su fase final, lo que añade un matiz de despedida a la ceremonia.
Las palabras de los participantes evangélicos se dieron en medio del debate que ha surgido a raíz de la idea de legislar proyectos relativos a aborto sin causales y legalizar la eutanasia en Chile. La clara postura expresada en el Te Deum se suma al que se produce en la sociedad más allá de las convicciones religiosas, éticas y políticas.
Durante la ceremonia, varios candidatos a la presidencia se unieron a la celebración, reflejando el interés político de la comunidad evangélica en un momento significativo para el país. Esta presencia no solo destaca el papel de la Iglesia protestante en la vida nacional, sino que también simboliza la búsqueda de apoyo en un escenario electoral complejo que se avecina.
Por otro lado, la participación de candidatos presidenciales y autoridades del Estado refleja la relevancia que el Te Deum Evangélico ha adquirido en la esfera pública y política chilena.
La ceremonia fue presidida por el pastor Robinson González. El acto comenzó con la interpretación del himno nacional y luego los líderes religiosos ofrecieron sus reflexiones durante la ceremonia.
El reverendo Wilfredo Villa pronunció una oración por el aniversario patrio y en su intervención pidió que «las políticas públicas que se impulsan no sean contaminadas por ideologías anticristianas, sino que tengan tu bendición para que traigan prosperidad, justicia e igualdad». Asimismo, agregó: «Líbranos de la corrupción política y económica para que los millones de chilenos sean protegidos desde el vientre materno. Que la luz de tu palabra sabia e infalible ahuyente toda idea de legislación que propicie la destrucción y corrupción de la familia»
El mensaje central estuvo a cargo de Eduardo Cid Cortés, alto representante de las iglesias evangélicas y protestantes y obispo presidente de la Iglesia Misión Evangélica Wesleyana, que alertó sobre el aumento por el “amor a los bienes y al poder”.
“Vivimos en un mundo donde el amor al dinero, el apego a los bienes es al parecer el mayor tesoro. Y ello se muestra a través de la acumulación, donde tener éxito o poder económico, religioso, social o político es la gran meta. O donde los discursos de odio y la mentira se expanden con cierta facilidad”, sostuvo Cid.
En esa misma línea, el pastor evangélico afirmó que “la desvalorización de la vida es un signo claro de una realidad aún más triste y dolorosa. Afirmamos como discípulos del Señor, que nadie puede tomar la vida de su prójimo, la vida es un don, un regalo de Dios”.
Durante el servicio, también se enfatizó la necesidad de promover la seguridad ciudadana, la justicia social y la erradicación de la violencia y la corrupción.
Mirando hacia adelante, el escenario político chileno sigue siendo incierto. Los candidatos a la presidencia, al igual que Boric, se enfrentan a un electorado que busca respuestas a problemas que van desde la desigualdad económica hasta la protección de los derechos humanos.
Además de Boric entre los asistentes estuvieron el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Blanco; del Senado Manuel José Ossandón y José García Ruminot, así como diversas autoridades, entre ellas parlamentarios, comandantes de las Fuerzas Armadas y el alcalde de San Bernardo, Christopher White. También los candidatos presidenciales Jeannette Jara, Evelyn Matthei y Johannes Kaiser.
Al tomar la palabra, el presidente Boric hizo un llamado a la unidad y la esperanza, mencionando que “la fe y la solidaridad son pilares fundamentales para enfrentar los desafíos que nos aguardan”. Su discurso reflejó la necesidad de cohesión en un país que ha atravesado polarizaciones políticas y sociales en los últimos años.
El presidente admitió no tener «el don de la fe», pero expresó que siente una gran energía y apoyo a través de las oraciones de los presentes. «Orar por Chile es orar por todos nosotros. Eso es algo que yo agradezco profundamente», agregó, describiendo la pasión de los asistentes como «realmente emocionante, estremecedora y hace bien».
Boric se mostró satisfecho con la actividad. “Me voy contento, porque este tipo de cosas nos une como país. Independiente de compartir o no la fe, creo que acá hay principios que son válidos universalmente”, declaró al salir del recinto. Acto seguido, los ministros y subsecretarios presentes destacaron la importancia de fortalecer el diálogo entre el Gobierno y las iglesias evangélicas.
Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL – LATINOAMÉRICA
– Chile | El presidente Boric asistió al 50º Te Deum Evangélico: vida, familia y justicia